Blog Político de Ángeles Montuenga

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En Sant Cugat, yo acuso

En nuestro municipio, tenemos un gobierno municipal salido de las urnas en las últimas elecciones municipales celebradas en mayo de 2011. Para algunos se trata de un gobierno ejemplar, que ejerce sus funciones de forma equilibrada y que no comente fallo alguno en su gestión. En cambio, para otros, entre los que me cuento, se trata de un gobierno que, a pesar de hacer cosas bien en algunos aspectos, es capaz de cometer tropelías dignas de personas de catadura moral verdaderamente relajada, sin importar a quien pueda afectar y hasta qué punto.

Me estoy refiriendo al tema de la recaudación de impuestos en Sant Cugat, concretamente al Impuesto sobre el Incremento del Valor de Terrenos de Naturaleza Urbana, coloquialmente conocido como 'plusvalía municipal', que grava la plusvalía de valor que haya tenido su propietario durante el tiempo que el inmueble haya sido de su propiedad.

La tropelía a la que me estoy refiriendo en relación con la plusvalía es que al propietario que vende su inmueble después de haberlo tenido bajo su propiedad durante un tiempo, se le cobra el impuesto de plusvalía (que puede subir perfectamente a 5.000 euros para un piso normal y corriente de Sant Cugat) a pesar de haberlo vendido por debajo del precio por el que lo adquirió.

Ejemplo: La familia A compró un piso en Sant Cugat en el año 2006 por 300.000 euros, con su correspondiente hipoteca que le cuesta unos 1.000 euros al mes, que pueden pagar sobradamente porque los dos adultos trabajan. En el año 2012, dados sus problemas económicos para pagar un importe mensual de hipoteca tan alto (uno de ellos se ha quedado sin trabajo por la crisis), deciden vender el piso e irse a otro de alquiler, que les costará 600 euros al mes.

Esa crisis inmobiliaria ha hecho que el valor del piso haya descendido un 30% como mínimo, por lo que consiguen obtener por la venta del piso unos 230.000 euros, es decir, 70.000 Euros por debajo de lo que lo compraron. El Ayuntamiento les genera una liquidación por la plusvalía de 5.000 Euros, que ellos se ven obligados a pagar a plazos por no disponer del dinero en ahorro.

Y la pregunta es: ¿Si venden a pérdida, cómo es posible que se les cobre un impuesto por una ganancia (plusvalía) que no existe en realidad? Es porque el Ayuntamiento aplica al pie de la letra la ley que le permite hacerlo, calculando la cuota del impuesto en base a parámetros como el valor catastral y el número de días en que el inmueble ha sido de su propiedad.

Pero, y aquí tenemos la tropelía, el Ayuntamiento le cobra a la familia A el impuesto a pesar de saber perfectamente que los tribunales de Justicia han establecido que no se puede hacer esto, porque no existe 'plusvalía' económica real y, por tanto, no se tiene que aplicar el método de cálculo que la ley establece. Es decir, que no hay ningún impuesto que calcular porque no se devenga, simplemente.

Por ello, yo acuso al actual equipo de gobierno de Sant Cugat formado por CiU (hasta que las próximas elecciones lo remedien) de haber estado cobrando este impuesto de plusvalía a muchísimos ciudadanos de nuestra ciudad sin el amparo legal correspondiente y, lo que es casi peor, sin un mínimo de moralidad 'social' exigible, siendo insensible ante este problema. 

Y por último un dato: el Ayuntamiento ingresa cada año por este impuesto entre 13 y 15 millones de euros.

¿Cuántas de las transmisiones de inmuebles hechas desde el comienzo de la crisis en 2008 se han hecho por debajo del precio de adquisición? Puede que la mayoría, de ahí la gravedad y magnitud del problema.

¿Que cómo sé que el equipo de gobierno conoce que está cobrando un impuesto de forma indebida? Porque se lo he dicho yo.

ÁLVARO BENEJAM 

Per què el PP?

No fa ni un mes que m'he incorporat a l'equip del PP. M'han proposat formar part de les seves llistes , al número 3, a les eleccions municipals de maig, i he dit que sí.

Amics i coneguts, sorpresos, m'adverteixen dels perills de la meva decisió. 'La política és un mar de taurons. Vés amb compte'.Si més no, cap d'ells no em considera oportunista. És clar que no és el millor moment. El partit del govern té el desgast propi del qui encapçala qualsevol projecte multitudinari. (Com n’és de fàcil ser crític des de la teoria i en les tertúlies televisives!).

És cert que cal sumar-hi també alguns errors i sorpreses mediàtiques que no ajuden a la credibilitat del partit. Tot i així, ningú no fa fàstics a la recuperació econòmica que avui es reconeix des de dins i fora del nostre país. Els experiments, millor fer-los amb gasosa. És molt arriscat jugar-se-la amb prestidigitadors del màrqueting i de la demagògia social sense cap experiència de govern. En el meu cas he passat de la desafecció al compromís en qüestió de setmanes.

Per què?

Perquè m'han vingut a buscar. És evident que cerquen aportar canvis.

Perquè els que ho han fet, Jorge Carreras i Álvaro Benejam, són de debò bones persones.

Perquè m'han dit que es pot fer molt de bé.

Perquè crec en la interdependència dels pobles i de les persones.

Perquè considero necessari respectar la singularitat i treballar per la convivència pacífica de la diversitat.

Perquè estimo el meu país, Espanya, i la meva terra, Catalunya.

Perquè si algú m'ofereix l'oportunitat d’intentar millorar el món (mes aviat, el municipi) que deixo als meus fills, és irresponsable no fer-ho.

Perquè em considero una afortunada i vull contribuir que altres puguin ser-ho.

Perquè el PP, malgrat els seus fracassos (uns quants), és una plataforma d'acció molt potent on homes i dones qualificades i honrades (moltes!) treballen pel bé comú.

Perquè els corruptes van deixant lloc a la nova generació.

Perquè en la mesura de la meva capacitat alçaré la meva veu per defensar i argumentar posicions justes.

Perquè crec en la llibertat i defenso les llibertats.

Perquè no em caso amb ningú.

El meu únic objectiu és servir per servir.

Ángeles Montuenga

Los quince "magníficos"

Ha llegado el momento de hacer balance del mandato iniciado en 2011 y que finaliza en dos meses contando los 15 días llamados de campaña. Y este balance no sé si puede ser todo lo positivo que cabría en lo que se refiere a los 15 que ostentan la mayoría absoluta. Porque mayoría apisonadora como ésta dudo que se vuelva a producir.

Sin comerlo ni beberlo, lo que en mayo de 2011 fue una elección ilusionante, festiva para entrar en el consistorio, a fecha de hoy se ha convertido en un mal sueño gracias a la deriva independentista de la Sra. Alcaldesa y alguno de sus acólitos y fieles seguidores. Sin enterarnos nos han involucrado en un proyecto que ninguno de sus votantes sabía en el momento de ejercer el voto. A eso se le llama fraude?

Es curioso como en estos cuatro años personas capaces, que las hay, se hayan dejado llevar por esa idea de que seremos más felices siendo no se sabe muy bien qué. Llama la atención que esos 15, esa mayoría 'magnífica', hayan aprovechado para aprobar 'sus cosas' o ningunear en muchas ocasiones a la oposición. En no aceptar que desde la oposición también se pueden sugerir ideas para el bien de todos los habitantes de Sant Cugat pero que por un tema de 'con éstos del PP nunca' se queden en el cajón perjudicando con ello a unas personas que no tienen ni idea de lo que hace el gobierno de la ciudad, ya que toda la información que llega es lo 'magníficos' que son y nunca entonan un 'mea culpa'.

Pues yo digo que no todo lo hacen bien y especialmente en temas económicos o de urbanismo mucho se podría mejorar pero el equipo de gobierno sigue viviendo de esa inercia que le dieron los años de bonanza. A mi entender la crisis y la deuda la hemos soportado todos los ciudadanos de Sant Cugat y nuestros impuestos han ido a sufragar gastos no prioritarios o a pagar cantidades enormes que se debían.

En lo que concierne a todos está en nuestras manos que Sant Cugat deje de ser el reducto de CiU porque hay que demostrar con obras y no con rédito de años pasados la valía de los que están en el gobierno. Deberían estar los mejores y los más preparados, porque se necesitan de personas que quieran trabajar y servir, no servirse de. El gobierno de la ciudad, el consistorio no es una oficina de colocación.

Y en Sant Cugat estamos sufriendo en pequeña escala lo que está sucediendo en toda Cataluña, posiciones radicales que han llevado a dividir a la sociedad, a la ciudadanía, a las familias, a las amistades. Incluso los partidos políticos están sufriendo en sus filas estas desafecciones y Sant Cugat no podía ser una excepción, incluido mi partido.

Es tiempo de hacer balance, sí, y quiero acabarlo en positivo. Para mí ha sido una experiencia enriquecedora. He compartido cuatro años con gente estupenda de todos los partidos, con unos he tenido más afinidad que con otros, pero para todos un respeto. Un respeto que agradezco y agradeceré que siempre tengan conmigo.

Algunos repetirán experiencia, otros nuevos entrarán, otros lo dejarán. A todos los que se presenten que sea para servir, para servir a los habitantes y a la ciudad. Es una tarea muy valiosa que merece no ser despreciada ni devaluada.

Maria Dolors Domènech és regidora del PP