viernes, 4 de octubre de 2013

Volver a Greenwich: ¿facha o progre?

Estos días está saliendo en prensa, aunque no en portadas, la noticia de que el pasado jueves se aprobó estudiar un documento elaborado por una Subcomisión en la que, personas relevantes como Nuria Chinchilla, directora del Centro Internacional de Trabajo y Familia del IESE, una de las instituciones que fue consultada por la subcomisión del Congreso para la elaboración de esta propuesta.
Dicho estudio incluye una serie de medidas para mejorar la conciliación laboral y familiar: 'Volver a nuestro huso horario supone un ahorro total en todos los sentidos puesto que volveremos a vivir con el sol. Lo de ahora no tiene sentido porque vivimos con la hora de Polonia. El regreso al huso horario del meridiano de Greenwich supondría dejar un 'jet lag' que arrastramos desde los años 40', explica Nuria Chinchilla.

En 1940, nuestro país abandonó el huso horario, que por su posición geográfica le corresponde -el del meridiano de Greenwich- y adelantó 60 minutos el horario oficial para coincidir con la Alemania de Hitler. En 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, todos los países volvieron a su horario excepto España. Desde entonces, los españoles vamos una hora por delante del tiempo solar en invierno y dos durante el verano. Somos los únicos europeos que vivimos con la hora desajustada respecto a las horas de luz y oscuridad naturales. Por eso comemos y cenamos más tarde que en el resto de Europa respecto al tiempo oficial, pero no tanto respecto al solar.

Y ahora saldrán de uno y otro lado diciendo las 'boutades' habituales, que si es franquista , que si es progre.... Por una vez ¿no podríamos tener sentido común y velar por el bien de todos y sobrepasar las pequeñeces que anulan nuestra visión europeísta como viene sucediendo con demasiada frecuencia?

Seguro que salen al paso las 17 CCAA porque cada una quiere su Horario y así nos luce el pelo...Yo quisiera que se nos llenara la cabeza de grandeza y no de pequeñez, pero mucho me temo que cada cual barrerá para su casa y la casa de todos sin barrer.

María Dolors Domènech

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